30 de abril de 2011

EVITEMOS LA DISOLUCIÓN DEL CONACINE.

No más atropellos al Cine Peruano
                                                        

Hace pocos días, las autoridades del Ministerio de Cultura han informado a los gremios de la cinematografía nacional, que en la próxima semana se estaría por ejecutar una medida de graves consecuencias para la cultura y el cine peruano. Aparentemente se pretende usar la norma legal que crea al propio Ministerio de Cultura (D.S. Nº 001-2010-MC y D.S. Nº 002-2010-MC), como causal para la desaparición del Consejo Nacional de Cinematografía (CONACINE), ente oficial del Estado peruano, organismo rector y promotor de la actividad cinematográfica en el Perú, creado por la Ley Nº 26370. 

El dispositivo legal mencionado se aprobó en septiembre y tuvo algunas modificaciones en octubre del 2010, estableciendo la fusión por absorción de diversas entidades y órganos del estado, incluyendo al CONACINE, que pasó del Ministerio de Educación al Ministerio de Cultura, pero la interpretación expresada por el Ministerio de Cultura en las últimas dos semanas, indicando que dichas normas significan la disolución del CONACINE, entendemos que es un grave error.  

En el mencionado decreto se señala: “Que, atendiendo a que el Consejo Nacional de Cinematografía - CONACINE, perteneciente  al Ministerio de Educación, es un órgano encargado de fomentar la creación y producción de obras cinematográficas peruanas, de impulsar la difusión  nacional e internacional del cine peruano, de  preservar el patrimonio audiovisual del país, de promover la realización de coproducciones  cinematográficas, así como de crear y mantener un Registro Cinematográfico Nacional y que el  Ministerio de Cultura, como organismo rector de la  política nacional y sectorial en materia de  cultura, es competente para fomentar las artes y la creación artística, la creación y el desarrollo  artístico, el cuidado del patrimonio artístico de la Nación y el desarrollo de las industrias culturales, se justifica su fusión por absorción con el Ministerio de Cultura.” Por mucho que se busque en la maraña del lenguaje burocrático, no se encuentra ningún asidero que permita interpretar esto como un mandato para ejecutar la disolución del actual CONACINE.

Nos llama la atención que los integrantes del Consejo Directivo, que fueron elegidos en enero de este año y que hasta la fecha no han sido nombrados por el Ministerio como corresponde, no hayan alzado su voz para alertar a la Comunidad Cinematográfica sobre esta acción contra el cine nacional y, más aún, que la Presidencia de la institución, cuyas funciones son, en primer lugar, velar por la vigencia irrestricta de la Ley 26370 y la continuidad del CONACINE, no se haya pronunciado. 

La existencia y composición del actual Consejo Directivo del CONACINE es una conquista democrática de los cineastas peruanos, que reúne a los representantes del Estado con los de la sociedad civil, incluyendo a los estamentos de la producción, distribución y exhibición cinematográfica del Perú, con delegados elegidos de manera democrática por sus gremios. Es cierto que aún no están representados todos los sectores del quehacer cinematográfico, y por eso en el último proyecto de ley de cine promovido por el Ministerio de Cultura se propuso añadir a los Gestores Culturales, pero aún así, el CONACINE, a lo largo de sus 16 años ha sido un directorio plural, especializado y representativo, que muchos Consejos o Institutos de Cinematografía creados en los últimos años en América Latina, han tomado como ejemplo para su propio funcionamiento.

Nuestro gremio, la Unión de Cineastas Peruanos – UCP, defiende la permanencia y continuidad del Consejo Directivo del CONACINE como un espacio de participación y representación gremial, y defiende la institucionalidad autónoma del CONACINE como ente rector de la cinematografía nacional, reconociendo que en muchos aspectos urgen cambios y reformas a su actual funcionamiento, y al margen de las personas que lo integran y los posibles cuestionamientos que se puedan tener a su labor o decisiones. Estamos en absoluto desacuerdo con que pueda ser subsumido en una oficina del Ministerio de Cultura y centralizado en una sola persona, convirtiendo –en el mejor de los casos- al Consejo Directivo en una instancia consultiva, no vinculante y casi decorativa. Lejos de solucionar las posibles objeciones al actual CONACINE, esta medida sólo las agravaría, porque concentra el poder de decisión en una sola persona, reduciendo la capacidad de opinión y fiscalización de los gremios. 

Por esta razón, desde la UCP hemos expresado en una reciente comunicación al Ministro de Cultura, conjuntamente con los colegas de la APCP, nuestro total rechazo a esta medida, alertando de las graves consecuencias que puede tener para la cinematografía peruana.

Debemos recordar que la función del CONACINE, establecida por la Ley, va más allá de la realización de los Concursos, e incluye también la representación internacional del cine peruano junto a las instituciones y organismos cinematográficos autónomos existentes en la totalidad de los países, no solo de la región iberoamericana, sino del mundo. Su desaparición afectaría, adicionalmente, la representación oficial del cine peruano en todos los foros y organismos internacionales cinematográficos de los cuales somos miembros, por Resoluciones de Estado consignadas y firmadas en diversas cumbres presidenciales, tales como la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI), o el programa  intergubernamental de IBERMEDIA.

Pero más grave aún es que este atropello y virtual golpe de estado al cine nacional, ejecutado por un gobierno de salida, deja a la ley actual casi sin sentido ni aplicación. De ahí que, aceptar esta interpretación arbitraria de la ley, significaría ceder gravemente en nuestros derechos conquistados, ante una simple argucia burocrática. No habría ninguna garantía, con una presencia tan limitada e irrelevante en una oficina del Ministerio de Cultura, de que en el futuro mediato se siga cumpliendo con la continuidad de la Ley y con los aportes económicos aún insuficientes del Estado.    

Por todas estas razones, solicitamos a las autoridades del Ministerio de Cultura y el Poder Ejecutivo, dejar sin efecto la anunciada disolución del Consejo Nacional de Cinematografía (CONACINE),  prevista en el Reglamento de Organización y Funciones (ROF) de la dirección de Industrias Culturales del mencionado portafolio y, asimismo, proponemos que se elabore de manera conjunta por los gremios del sector y el Ministerio de Cultura, un proyecto de nueva ley de cine que, entre otros aspectos, adecue la existencia del actual CONACINE, respetando sus funciones y autonomía, a la nueva estructura administrativa del Estado peruano.

Asimismo, solicitamos a la comunidad cinematográfica, los sectores de la cultura e intelectualidad y la opinión pública en general, su apoyo y participación para alertar y demandar a los responsables gubernamentales para que no vulneren la ley de cine y respeten la autonomía y continuidad del CONACINE.


UNION DE CINEASTAS PERUANOS (UCP)
Lima, 30 de abril del 2011