31 de octubre de 2010

El imperio contraataca

Con el fin de tratar de sacar adelante su proyecto de ley (N° 3839 – 2009) los distribuidores extranjeros con los exhibidores comerciales, la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP) y el concurso de los congresistas Carlos Raffo, Luciana León e Isaac Mekler, entre otros, realizaron el viernes 29 de octubre un evento denominado: “Todos por el cine”.

Este acto público se realizó a pocos días que una información periodística diera cuenta que una de las principales cadenas de exhibición, CINEMARK, contaba con un contrato de estabilidad jurídica y aún así, figuraba como morosa en la SUNAT. En el mismo sentido, se ha denunciado reiteradamente que los distribuidores, representantes de las grandes cadenas de Hollywood (conocidas como las Majors) siguen gozando del beneficio de importación temporal, que les permite ingresar las decenas de copias de sus estrenos sin pagar nada al fisco.

Sin duda el objetivo del evento fue hacer una presión mediática a la Comisión de Educación y Cultura del Congreso que preside la congresista Hilaria Supa, con el fin de obligar a sus miembros a aprobar apuradamente esta propuesta, aun cuando no se ha escuchado la opinión de las nuevas autoridades elegidas a la alcaldía, y que con derecho deberían poder expresar su opinión en un tema que les atañe directamente, pues se trata de disponer del destino del actual impuesto municipal a las entradas de cine.

La desesperación y falta de ética de los convocantes se puso nuevamente de manifiesto con la difusión de un video de promoción, realizado en su mayor parte hace más de un año, pero que ahora recién sale a la luz, tratando de llevar agua para el molino de la llamada “ley procine”:



 
Pero entre los opinantes incluyeron tramposamente declaraciones de la actriz y cantante ayacuchana Magaly Solier, quien rápidamente respondió al congresista Raffo y sus allegados, de que ella no apoya ni respalda esa ley “pro extranjeros, pro distribuidores y pro todo, menos pro cine peruano”, dejando en claro que apoya la ley de cine “pero aquella que beneficia a todos los peruanos, no sólo a fujimoristas y apristas”.

Y es que, señor Raffo, aunque usted no lo crea, todavía existe dignidad y honor en este país.

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