3 de noviembre de 2010

Aclaración al comunicado de la APCP

Amigas y amigos:

Una pequeña aclaración a los colegas de la APCP. El procedimiento parlamentario para la dación de leyes es que uno o varios congresistas de una bancada presenten un proyecto de ley sobre un tema de su interés (como el apoyo al cine). Luego, esos proyectos son derivados a las respectivas Comisiones Ordinarias que tienen que ver con el tema en cuestión (en el caso del cine, las de Economía y de Educación y Cultura), y de ellas sale –de común acuerdo o por decisión mayoritaria de sus congresistas miembros– un dictamen que se presenta al Pleno, y es en esta instancia, que el dictamen es definitivamente sancionado, para su posterior rúbrica presidencial y promulgación por el Poder Ejecutivo.

En ese sentido, no es correcta la afirmación de su último comunicado: “Hemos incorporado al Proyecto de Ley PROCINE algunos puntos de la ley del congresista Werner Cabrera”, puesto que los proyectos de Raffo y Cabrera que se encuentran en la Comisión ya no pueden ser modificados en ninguno de sus términos, porque eso implicaría una nueva redacción y, por tanto, un proyecto diferente (que resultaría el sexto presentado en los últimos veinte meses). Lo que no impide que los legisladores puedan tomar lo que consideren lo mejor de ambos proyectos, y otras cosas adicionales, para incluirlas en el dictamen final, con plena independencia de su procedencia. Inclusión que, por cierto, está en manos y decisión de los congresistas y no en nuestras posibilidades.

Creemos importante la aclaración, porque no se trata de un mero asunto procedimental, sino de diferentes instancias en el debate político–legal en el Congreso. Por eso, más que promover en su conjunto el proyecto del congresista Carlos Raffo, lo que se debía buscar entre los gremios son puntos de coincidencias entre ambas propuestas para ver qué podría contener el dictamen que satisfaga a toda la comunidad cinematográfica. Eso justamente es lo que hemos hecho, al ponernos de acuerdo en temas como el laboral, el 30% para el cine regional, la creación de la Cinemateca Nacional y otros. Y en los puntos en que no sea posible llegar a acuerdos, como por ejemplo el porcentaje del impuesto municipal para cada sector, entonces que sea la voluntad mayoritaria de los congresistas la que tome la decisión final sobre lo que considere más justo y soberano, luego de haber escuchado y evaluado a todas las partes involucradas. Eso sería lo más sensato y democrático, y es de esperar que así se proceda, más allá de la presión mediática y los afanes protagónicos de algunos políticos.

Saludos,

Christian Wiener

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