Este artículo fue publicado el domingo 14 de noviembre en el diario La Primera:
por Christian Wiener Fresco
Presidente de la Unión de Cineastas Peruanos
Hoy, 14 de noviembre, es el día del cine. Es una fecha que hace ocho años impusieron en Lima y otras ciudades del país, los distribuidores y exhibidores cinematográficos comerciales, siguiendo el ejemplo de sus pares en Chile y Colombia. Es un día en que las entradas de cine están a la mitad o al tercera parte de su precio “normal”, lo que provoca colas y un gran aglomeramiento de espectadores convirtiéndose en un estupendo negocio para las salas de cine, en especial de su chocolatería y los infaltables “pop corn”.
El éxito de esta fecha revela que, contra lo que muchos afirman, el negocio cinematográfico goza todavía de buena salud, y podría irle mucho mejor, si sus precios fueran más accesibles para el gran público. Ello, no obstante, que también sigue gozando de buena salud la piratería; lo que demuestra que esta actividad esta lejos de ser la principal causa de alejamiento del respetable.
Pero, más allá de la oferta y la publicidad, ¿qué se celebra ese día? O, para ser más precisos, ¿qué tipo de cine es el que esta de fiesta en nuestro país?
Sin duda el cine de Hollywood, los “mainstream” promovidos por todos los medios de comunicación, y que ocupan cerca del 90% de la cartelera comercial. No tienen en cambio mucho que celebrar el cine peruano, ni mucho menos las “otras” cinematografías, tan lejanas de nuestras pantallas, aún cuando sean de países vecinos.
Neoliberalismo
En otras palabras, es el día de las “Major’s” el consorcio comercial que reúne a las grandes empresas de distribución norteamericana, y cuyo alcance y poder ya quisieran tenerlo muchos políticos en el propio Estados Unidos.
Estas empresas han logrado, en estos años de neoliberalismo, hacer del negocio cinematográfico un coto privado, donde el Estado brilla por su ausencia, empezando por INDECOPI. Por ejemplo, ya no existe calificación de películas por edades, y son ellos, los gatos del despensero, los que la establecen, de acuerdo a su criterio y necesidades. Tampoco nadie verifica las copias, ni el metraje ni el idioma. Peor aún, gozan desde el año 2000 de una exoneración aduanera excepcional, ya que pueden importar la cantidad de copias que quieran para su estreno comercial (se dice que “Avatar” superó las cine copias) y no pagan impuestos, porque se acogen al beneficio de “ingreso temporal”.
Sus socios exhibidores tampoco se quedan atrás en gollerías. Por ejemplo, la cadena Cinemark, de origen norteamericano pero cuya sede regional queda en Chile, goza, no sabemos porque extraña razón, de un Contrato de Estabilidad Jurídica, y aún así, esta en la lista de deudores de la SUNAT.
Maltrato
No es de extrañar entonces que el negocio este en alza, como lo promocionan en notas periodísticas y se comprueba con la inauguración de más multisalas en cada nuevo centro comercial. Se espera, por ejemplo, que el 2010 facturen alrededor de 250 millones de soles de ingresos para fin de año.
Mientras tanto, los pocos largometrajes nacionales que aspiran a estrenarse en las salas son tratados sin mayor consideración, boicoteando su publicidad, en horarios “invisibles” y apresurando su salida como, por supuesto, no hacen con el cine hollywoodense, aún cuando en muchos casos sea de ínfima calidad y no tenga tanto público. Ello, pese a que ahora dicen que son aliados de los productores nacionales ¡Imagínense como sería si no lo fueran!!
Y ni que hablar de la ausencia del cine europeo, asiático, africano o latinoamericano de nuestras pantallas, cuya presencia es tan remota como infrecuente a pesar de su gran producción y premios internacionales, lo que convierte a nuestra cartelera comercial en una de las peores de la región, tanto en variedad como en calidad.
Ley "Procine"
Son estos señores los que vienen promoviendo en el Legislativo, junto a algunos congresistas lobbystas, la dación de una ley llamada “Procine” supuestamente para apoyar al cine peruano dotándolo de más recursos a través de un Convenio “voluntario y temporal” (como en el caso de las mineras). Pero lo que no se dice, es que tanto los distribuidores y exhibidores comerciales se quedarán con la mayor tajada del actual impuesto municipal, para incrementar aún más sus ganancias, sin siquiera comprometerse a mejorar la oferta de películas a exhibirse en el país.
Eso es, en buena cuenta, lo que se celebra hoy, en esta “fiesta del cine”. Así que, amigo lector, vaya hoy a ver su película, pero no se deje engañar por la propaganda de las Major’s. Si hay un verdadero cine que apoyar y celebrar es al peruano, así que búsquelo en su cartelera, y apoye lo nuestro ¿o prefiere el Mc Donald al ceviche?
1 comentario:
Realmente soy Peruano, pero si tendria que preferir en las salas de cine entre una de las majors y otra Peruana, creo que no dudaría en ver la de las majors, por un millon de adjetivos, lamentablemente el cine peruano es una pelea de amigos, el cine norteamericano combiana muchos factores, muy perfeccionado, realmente ir a ver la teta asustada o todas las demas es ir mejor al baño de prostibulo del centro de Lima, por ahi que encuentro todo lo que veo en las peliculas peruanas que dicen ser "culturales" cultura de la peor, nada que me haga sentir orgulloso, bueno yo masbien como director amateur le diria señor Winner que esta bien que haga críticas al cine de las Majors, pero no se olvide de hablar crudo tambien de las peruanas, creo que usted igualmente sabe que es un cine bulgar, en todo caso a lo que voy, deje te tildar de malas a las peliculas nortemericanas, usted mismo lo sabe que son las mejores, usted en sus mejores intentos podría hacerlas realidad, bueno ellos no nos venden sociales, que ya estamos bien hartos los peruanos, me va tildar infante, de suseptible, hijo de papi, pero la verdad es esa, aqui y en Europa se hace todo por llegar al estomago, calar cuanto mas los escrupuloso, y gustarle a jurado, preguntese de verdad a usted defiende realemnte ese cine, se que va tener que dar cuenta a usted mismo cada ves que se pregunte que defiende, bueno esperemos mas peliculas que me hagan orgulloso de mi pais, no la mismos guiones sociales y tragicos, un poco mas de creatividad, no otra ve a terkes mostrandose, etc. No tilde de Maravilla al cine Peruano. Hay buenas pero son pocas.
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