En medio del trajín de las elecciones a los cargos del CD de CONACINE, la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP) ha emitido un comunicado sobre la Ley de Cine y los supuestos incumplimientos de nuestro gremio, la Unión de Cineastas Peruanos (UCP), respecto a los acuerdos referentes a la observación presidencial. Es muy evidente y significativo que el comunicado está más guiado por angustias electorales, que por buscar una real solución al tema de la ley de cine.
Los directivos de la APCP saben muy bien que las observaciones presidenciales a la ley no dejan lugar a dudas sobre las posibilidades de que un proyecto semejante sea aprobado. Sin embargo, insisten en confundir en primer lugar a sus asociados, y luego al resto de los cineastas, sobre la validez del proyecto Raffo-APCP o de las Majors, al que califican dramáticamente de “UNICA posibilidad de darle impulso a nuestra producción de cine peruano”. Veamos un poco los detalles.
Hay que empezar diciendo que las reuniones durante el debate de la ley, y las posteriores, surgieron en primer lugar ante la amenaza que significaba que una ley como la que mencionamos sea promulgada tal como estaba escrita. Recordemos que a la APCP no le importaba hasta hace no mucho que el cine regional quedara con su 3% y que tampoco desapareciera el presupuesto de los cortometrajes, la Cinemateca Nacional o que los técnicos cinematográficos no tuvieran derecho laboral alguno. Para ellos todo se reducía a la entrega del 6,6% a distribuidores y exhibidores y a su mezquina felicidad del 3.3% suscrito por un Convenio voluntario y temporal.
Recordemos que en la reunión en el Congreso, el 28 de diciembre, se acordó solicitar en conjunto la observación de la ley luego de que se viera que ésta era inviable, a pesar de la votación a favor de los “errores materiales” –tal como el lenguaje formal del Congreso llamó a los dislates de la Ley Raffo–, y más aún, ante la presión en contra de los mismos congresistas ahí presentes y de la gran mayoría del gremio de cineastas de todas las posiciones y especialidades. El acuerdo conjunto se logró a pesar de la APCP, y ahí está un acta que recoge ese acuerdo.
Dos reuniones posteriores colocaron en blanco y negro el acuerdo y se emitieron tres documentos, una carta al presidente, un documento de propuestas y otro acerca del régimen económico. Si se lee bien estos documentos se podrá entender claramente que no se refieren a reformar la Ley Raffo, sino que son planteamientos a ser incorporados en un proyecto de más largo alcance: “una legislación cinematográfica, moderna, integral y viable, para orgullo de los peruanos y a la altura de otras legislaciones en el continente y en el mundo” (carta al Presidente de la República del 4 de enero del 2011, firmada por Christian Wiener, Francisco Adrianzén, Luis Basurto (UCP) y Gustavo Sánchez, Nathalie Hendrickx y Frank Pérez–Garland (APCP). Nos preguntamos, con justa razón: ¿es la Ley Raffo con el mismo Convenio y con un porcentaje apenas incrementado al 4% esa legislación “moderna integral y viable”? Salvo que uno quiera negar lo evidente, ciertamente que no lo es.
Los colegas de la APCP insisten y nos presionan para que firmemos un acta sobre supuestos acuerdos logrados con el Ministerio de Cultura y ellos. Habría que empezar recordándoles que las conversaciones en el Ministerio de Cultura en ningún momento se plantearon como conducentes a la firma de un acuerdo. Por otro lado, si es interés del Ministerio de Cultura elevar un proyecto como ese a la Presidencia de la República tiene todo el derecho a hacerlo, pero no contará con nuestra firma aprobatoria. La Ley Raffo con el 4% sigue siendo la misma propuesta que favorece principalmente a distribuidores y exhibidores pero no al cine peruano y una modificatoria a ella implica en realidad reescribirla de principio a fin.
Parece ser necesario decirlo una vez más con toda claridad: estos acuerdos no han existido. Que ha habido conversaciones es cierto, pero que hayamos aceptado el convenio como única salida y el 4% como el porcentaje a ser entregado a CONACINE es una afirmación temeraria, que falta a la verdad. Más aún, cuando la observación presidencial parte de no querer eliminar el impuesto municipal, ni de crear un Fondo, que es la base de toda la Ley. O dicho de manera más simple: todo el edificio legal se cae al no contarse con este recurso y el fondo que lo administraría. Esta decisión proviene del Ministerio de Economía. Por ello se hace necesario plantearse una fórmula distinta y más amplia. ¿No pueden entenderlo los directivos de la APCP? O en realidad les interesa tan sólo confundir a sus asociados y a la comunidad cinematográfica, buscando encubrir su vergonzoso desempeño en todos estos meses de discusión del tema de la Ley.
Ante esta situación, nos reiteramos en lo que manifestamos en nuestro anterior comunicado: Es el momento de buscar entre la totalidad de los cineastas, de todo tipo de procedencia, y sin caer en salidas presurosas, el replanteamiento de esos aspectos que hagan posible la aprobación de una buena ley, que sea inclusiva, descentralizada, y que aspire a un progreso integral y planificado de largo y mediano plazo.
Por último, y lo más importante, nos ha animado y anima en todo momento lograr una legislación que beneficie a la mayoría de los cineastas. Somos muy conscientes que nuestra cinematografía necesita más recursos y como cineastas, realizadores, técnicos, críticos y promotores culturales conocemos y vivimos la realidad día a día, Sin embargo, la producción de más y mejor cine peruano no se conseguirá con una ley que promueve en realidad la perpetuación del sometimiento al cine de Hollywood. Debe de ser una legislación de peruanos para peruanos, que asuma la cinematografía de manera integral. No desperdiciemos el enorme capital humano de quienes en todos estos meses se han manifestado por el cambio en nuestro cine y cultura, procuremos más bien un amplio consenso que se materialice en una ley de largo alcance. No entenderlo ahora y prolongar discusiones estériles que hacen perder un tiempo valioso es lo verdaderamente perjudicial para nuestra cinematografía. Avancemos colegas y no retrocedamos.
Tengan la plena seguridad nuestros asociados así como los cineastas independientes, de las regiones, los no agremiados, y los jóvenes que empiezan en esta hermosa aunque difícil profesión, que la UCP no va a ceder a las presiones para resucitar una ley lobbysta que ha sido rechazada por la gran mayoría de la comunidad. No lo hicimos antes, menos lo haremos ahora con vuestro respaldo.
Unión de Cineastas Peruanos (UCP)
Christian Wiener Fresco - Presidente / Francisco Adrianzén Merino - Vicepresidente
Lima, 27 de enero del 2011
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