Esta mala película ya la hemos visto antes, y sabemos qué harán los personajes en el resto del guión. El poder emprende actos desfavorables para el cine peruano con prepotencia, unos los cuestionan y rechazan claramente, y otros los lamentan y critican levemente pero al final terminan avalándolos con su presencia, y se "adaptan" ante cualquier nueva circunstancia.
Lo concreto es que, en este escenario de ruptura institucional que ha emprendido el Ministerio de Cultura, se ha agudizado la falta de información de las importantes decisiones que se van tomando. Hace unas semanas, por la pregunta puntual de una colega, el ex representante Roberto Barba contó en Cinemaperú, antes de nombrarse oficialmente la decorativa Comisión Consultiva Nacional de Cinematografía, que el también ex representante Ricardo Velásquez viajará a Ibermedia en junio en representación del cine peruano.
¿Por qué no hay un mail formal del ministerio informando ello antes de que la gente pregunte? ¿Por qué no se informa que hace semanas está trabajando también un jurado integrado por tres realizadores para hacer la priorización de los proyectos? ¿Por qué no se informa cuáles son los proyectos que han sido aprobados por la Unidad Técnica de Ibermedia?
Es decir, más de lo mismo. ¿Cuántas preguntas puntuales más tendremos que hacer para que se entregue toda la información? ¿Y quién responderá estas interrogantes, si es que se responden? ¿Un ex representante? ¿La APCP? ¿O por fin el Ministerio de Cultura enviará un mail firmado por un funcionario responsable, digamos Daniel Alfaro, que hasta ahora no lo hace? Tal vez, en palabras del ministro Ossio cuando justifica la barbaridad que están haciendo en el Morro Solar, quieran darnos más "sorpresas".
En conclusión, ya existen más que suficientes elementos para afirmar que la gestión general de Juan Ossio en el Ministerio de Cultura es desastrosa (recuerden que también estaban pintando absurdamente el Museo de la Nación y tuvieron que dejar de hacerlo), al nivel del tamaño del Cristo presidencial, y una decepción ante las expectativas que concitó ese portafolio en la comunidad cultural cuando se creó.
Saludos, Gabriel Quispe |
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