24 de diciembre de 2010

Las pérdidas económicas de la Ley Raffo

Otra de las victimas de la Ley Procine Raffo-Major-APCP-CONACINE son los cortometrajes. Como se sabe, por un llamado “error material”, el proyecto elimina las partidas presupuestales que la ley actual (26370) daba al CONACINE. Dinero que nunca fue entregado en su totalidad por el Estado, pero que es el que ha sostenido mal que bien el fomento de la ley actual. Estamos hablando de poco más de 7 millones de soles, que desaparecerían con esta ley, para ser reemplazada por el 3.3% del impuesto municipal, a ser entregado por el famoso Convenio “voluntario y temporal”.

Eso significa que la mencionada ley incumple flagrantemente su declarado propósito y justificación de incrementar el presupuesto de CONACINE, pues en la practica lo que se recaudaría sería similar a lo que provenía en teoría del Estado y, peor aún, en condiciones de extrema fragilidad por el carácter de donación voluntaria que establece el Convenio.

Para tratar de arreglar su estropicio, Raffo y sus amigos han pedido que el proyecto sea revisado en la próxima sesión de la Comisión Permanente del Congreso, lo que es totalmente ilegal porque se trata de un proyecto ya votado, en doble votación, por el pleno del Congreso, y por ende, sólo cabe enviarlo al Ejecutivo para su promulgación o eventual observación. Raffo solicita la corrección del “error material consignado en el artículo 17 dentro del Capítulo V modificado de la Ley Nº 26370, debiendo quedar este como artículo 16º del texto legal aprobado”. Asimismo, “deben constar los puntos suspensivos después del artículo 16º modificado en el dictamen aprobado”.

En otras palabras, quieren sorprender a los congresistas y la opinión pública, tratando de presentar como una simple corrección o addenda al texto original, lo que en realidad es un cambio o modificación en un tema puntual y de implicancias presupuestarias; lo que significa un nuevo proyecto, diferente al votado en el pleno.

Con esta trampa, ellos tratarían de salvar los 5 millones de soles que la ley establecía en el artículo 17, para el presupuesto de los concursos de largometrajes.

Sin embargo, su corrección deja de lado el presupuesto que la ley establecía para los concursos de cortometrajes, que supera los 2 millones setecientos mil soles, y que figuraba en el artículo 24 de la Ley que ha sido derogado por esta nueva norma. Es decir, se perderá cerca de un millón de dólares gracias a la Ley Raffo, siendo los más afectados con este “olvido” los cortometrajistas, que carecen del lobby de los largometrajistas.

El otro tema que no se modifica es el referente al porcentaje del fondo que se destinará para el cine regional. La ley habla que se dará no menos del 20%, pero en otro artículo se menciona que ese tanto por ciento se deducirá del 15% del total del fondo, lo que significa, aplicando una sencilla operación de la regla de tres simple, que el cine regional sólo recibirá la ridícula cifra de 3%. Pero esto tampoco merece una "correción", porque los cineastas regionales no tienen el lobby de los de la capital.

Esa es la verdad de la ley Raffo, además de todo lo que se ya se ha dicho sobre ella.

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Con relación a los cortometrajes, el error está en ambos proyectos de Ley ya que forma parte de la DISPOSICIÓN PRIMERA. En ambos textos se elimina el artículo 24º.

Hago un MEA CULPA por no haber leído con anticipación los proyectos. No quería hacer comentarios sobre textos que no había leído así que esperé a tener tiempo, sentarme con ambas leyes, tomar notas, subrayar, etc. y entonces fue que empecé a preocuparme por el desequilibrado enfoque del hecho cinematográfico de la Ley de Masificación y lo anticuada que quedaría la Ley Cabrera en el plazo de un año.

Contaba con que ambas leyes pasarían por la Comisión de Educación y ahí se podría conseguir algo mejor con la discusión de ambas, pero apareció un ruido en el sistema, el proyecto pasó a la Comisión de Economía y todo se nos fue de las manos, tanto a los promotores de la ley y a los que no no gusta, que evidentemente también somos CINEASTAS, y no necesariamente estamos ideologizados. Esto último imagino que se refiere a que no somos neo-con, no tenemos por qué ser más que liberales. Es un derecho ciudadano optar por una ideología o posición política, pero eso no tiene nada que ver con la discusión de nuestra ley de cine. Sí, NUESTRA, de todos.

Creo que la mayoría está de acuerdo con que lo mejor para todos es : Primero, que no se promulgue la Ley de Masificación y que con el liderazgo del Ministerio de Cultura se proponga una nueva ley como debe ser. Estoy segura de que se podrían conseguir fondos de la cooperación (es parte de la Convención por la Diversidad de la UNESCO del 2005 apoyar a países en vías de desarrollo en estos temas) para tener un buen asesor internacional y desarrollar la nueva propuesta de ley, metodología que han seguido varios países vecinos.

Creo que es mejor pasar página al debate de cual proyecto de ley era mejor. Lo que tenemos frente a nostros es la posible promulgación de una ley defectuosa que puede traer consecuencias negativas para los intereses de todos. Christian tiene razón en el sentido de que muchas PYMES Audiovisuales perderán dinero y tendrán que cerrar si se aprueba la ley de masificación tal como está. ¿Y complementa la anterior? ¿La anterior se deroga? Nadie sabe nada. No podemos seguir así.

En la búsqueda del BIEN GENERAL, procuremos hacer lo que cada uno pueda para salir de este atolladero.

Saludos

Rosa Sophia Rodríguez

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Es cierto que ambos proyectos de ley plantea derogar el artículo 24, pero en la Ley Cabrera se menciona, en el artículo 3, que: “El dinero del Fondo FODECINE es independiente de los recursos presupuestales que asigne el pliego del Ministerio de Educación (MINEDU), en concordancia con la Ley Núm. 26370, y que ascienden a dos mil ocho (2008) Unidades Impositivas Tributarias (UIT).” Esta cifra corresponde a todo lo que, según la Ley actual, el Estado debe entregar al Conacine (cada UIT equivale a 3,600 soles), y si bien hay quienes dicen que lo mencionado en el proyecto no era suficiente para garantizarlo, abogados con lo que hemos consultado nos refieren lo contrario.

Pero como bien dices, no se trata de seguir recriminándonos y pelear sobre cual de los dos proyectos era mejor, sino mirar hacia el futuro. Y lo inmediato es que este martes se quiere votar en el Congreso una tramposa e ilegal “corrección” de la Ley recientemente aprobada para tratar de solucionar lo de los fondos para los largometrajes que menciona el artículo 17 de la 26370, pero sacrificando –ya de manera irreversible- el poco más del millón de dólares señalados en el artículo 24 para los premios de cortometrajes.

Y eso es lo que debemos impedir, sea que los congresistas se pongan los pantalones y no acepten la “corrección”, enviando la autógrafa tal cual al Presidente para que la observe; o en su defecto, si prosperara este nuevo legícidio, igual invocar al Ejecutivo a que no la promulgue, y que el Ministerio de Cultura cumpla su compromiso público –señalado ayer en una entrevista en El Comercio- de no permitir que Conacine pierda un centavo de las partidas presupuestales del Estado que le asigna la actual ley.

Eso es lo que esta en juego ahora y a eso debemos abocarnos. Después quedara tiempo para evaluar lo que cada uno hizo o no hizo, y lo más importante, lo que todos debemos hacer para que esto no se vuelva a repetir.

Saludos navideños,

Christian Wiener

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