Estimados amigos:
Desde hace un buen tiempo no escribo en CinemaPerú. Opté por el silencio ante una comunidad que parece querer hablar de todo menos de lo que realmente, creo yo nos interesa y trasciende: el cine peruano, su preservación y permanencia. Soy un convencido que con la organización gremial, y esto pasa en primer lugar por que todos empiecen a dar su punto de vista, podremos construir una cinematografí a en continua superación. Pero según parece muchos, lamentablemente, prefieren callar como si la Historia no nos sirviera de ejemplo.
Aún cuando las circunstancias del país son en extremo dolorosas, luego que “el mal menor” se ha develado como “la amenaza mayor” para la democracia y el país entero, quisiera comentar el ultimo intercambio de opiniones aparecido en Cinemaperú a propósito de la Ley de Cine, PROCINE. Me anima la ausente transparencia al respecto y la forma poco democrática como se han tomado acuerdos que influirán sobre nuestra cinematografí a (y por ende de quienes trabajamos en ella) a mediano y largo plazo. Insisto en que mientras no estemos informados (lo cual pasa según parece por exigir este derecho), poco participativos y sigamos manteniéndonos en silencio, poco construimos de cara al futuro y a nosotros mismos.
PROCINE y la Nueva Ley de Cine
El día de ayer miércoles 16 de junio, Christian Wiener publicó un extenso comentario que tituló, La Ley del mas fuerte. No voy a repetir lo escrito en él, por que me imagino es de conocimiento de todos, diremos tan solo que ahí se señalaba una serie de aspectos altamente atendibles (porcentajes, carácter voluntario, cuestiones generales, etc.), con los cuales coincido con él prácticamente en su integridad, respecto a la nueva propuesta de ley, denominada Procine por sus promotores (distribuidores, exhibidores y ahora CONACINE y algunos productores) , y de la cual dimos cuenta en Cinemaperú en un correo el jueves 4 de junio. Diremos también de paso, que si no hubiéramos enviado ese correo seguramente el tema hubiera seguido en el misterio mas absoluto para la mayoría de miembros de la comunidad cinematográfica.
Llama mas bien mi atención las expresiones vertidas por la señora Rosa María Oliart, Presidenta de CONACINE en su “Carta abierta a la comunidad respecto a la opinión personal del señor Christian Wiener” y que solo parecen explicarse desde su posición de funcionaria de este gobierno, nombrada y según tengo entendido con sueldo. Es en esa calidad, de funcionaria, que van mis observaciones.
Mas allá de un elaborado discurso sobre la democracia y la economía de mercado que haría seguramente la delicia de análisis de un estudiante de Ciencias sociales, habría que empezar preguntándose que tipo de democracia entiende ella. ¿La democracia de unos cuantos. La democracia del ocultamiento y la desinformación?
Hagamos un poco de memoria. A raíz de mi intervención en Cinemaperú nos enteramos que existía un anteproyecto de Ley PROCINE. En una respuesta inmediata de la Sra. Presidenta, al día siguiente, supimos que CONACINE ya tenía conocimiento de esa ley y que la venía negociando. Por la información de ayer martes 16 enviada por Christian Wiener, nos enteramos que se ha llegado a un acuerdo, motivándose nuevamente una respuesta de la Sra Oliart que en un juego de palabras escribe en (“La ley PROCINE que se ha sido presentada al Congreso de la República, no es específicamente una ley de cine sino una ley de fomento a la industria cinematográfica que sin duda nos afecta pero en donde hay beneficios para todos sus actores y donde los fondos vienen directamente de los exhibidores y distribuidores por ese motivo se ha negociado con ellos los porcentajes y los términos de interés de cada uno.” (PRESIDENCIA CONACINE INFORMA, varios. Enviado por Rosa Maria Oliart bucls@yahoo. com. Mié, 17 de jun, 2009 1:29 p.m.)
Ante una segunda intervención de Christian Wiener, la sra. Oliart responde su “Carta abierta a la comunidad respecto a la opinión personal del señor Christian Wiener”.
Este ir y venir de correspondencia nos genera una primera inquietud respecto a la democracia que tanto se menciona. ¿Si la ley PROCINE era conocida por CONACINE por qué no se informó a tiempo a la comunidad cinematográfica? ¿Por qué, luego, no se le mantuvo informada del desarrollo de las negociaciones? ¿Por qué si se convocó a un reducido grupo de cineastas, no se convocó a todos? ¿Por qué se hicieron apresuradamente las cosas? Si la ley PROCINE como señala ella “sin duda nos afecta”, (habría que preguntarse a quiénes exactamente sino es a todos), por qué se mantuvo negociándose callada y apresuradamente, pero además que alguien nos explique la siguiente frase “no es específicamente una ley de cine sino una ley de fomento a la industria cinematográfica” cuando sabemos muy bien:
1.- Que la Ley PROCINE es una consecuencia directa de la presentación de la ley propuesta por el congresista Johnny Peralta, presentada por distribuidores y exhibidores con el ánimo de bloquearla.
2.- ¿Si PROCINE no es una ley de cine entonces de qué es? ¿De industria alimentaria, de minería o de recursos naturales?
3.- Que difícilmente, y no hay que ser analista político ni funcionario gubernamental, el Congreso debatirá una propuesta de ley general de cinematografí a, habiendo una propuesta como PROCINE (supuestamente de “consenso”).
La democracia no es solamente dar respuestas, y guardar algunas formas. Está basada en la información transparente, la participación de todos y el diálogo inclusivo. Pareciera que diez años de fujimorismo y los recientes sucesos de Bagua no nos fueran suficientes para aprender al menos algo respecto al funcionamiento democrático. Nos seguimos conduciendo de manera autoritaria y poco transparente, desperdiciando oportunidades para fortalecernos todos, CONACINE y el conjunto del gremio cinematográfico.
Se ha escrito y esperemos se siga escribiendo acerca del carácter VOLUNTARIO, tan solo quisiéramos preguntar ¿de qué manera aseguraremos este pago?. A lo mejor como dice la sra. presidenta en su respuesta a Wiener: “ Por lo de la atención del Ejecutivo y el Congreso de la república al Cine Peruano, no se preocupe yo me encargo.” No quiero caer en análisis personales respecto a esta frase, tan solo recordar que hablando de relaciones con el Ejecutivo algo mucho menor: la oficina de CONACINE no tiene atención al público, por disposición “superior”. ¿De la misma manera se atenderá el cumplimiento del pago VOLUNTARIO?
Por último, no quiero recurrir a argumentos como los esgrimidos en la carta acerca del “mejor momento de su historia” que vive el cine peruano y que suenan a libreto conocido de autoritarismo (déjenme hacer que yo hago todo bien). No quiero extenderme respecto al párrafo en donde se menciona: “Gracias a una inteligente intervención de la Congresista Luciana León” ( ay! Little Luciana, por qué tienen que demostrar que eres inteligente a cada rato) y en donde en otra acrobacia verbal se nos dice que: “que puede ser reabierta su discusión ”. ¿Total en que quedamos? Y que tan sólo evidencian improvisación en una entidad que debiera tener una estrategia pública, con metas y líneas de acción.
Algunas conclusiones:
1.- Para estar totalmente informados se debiera de publicar la ley “consensuada” o ¿nos enteraremos cuando la promulguen? Y saber como se llevaron acabo las negociaciones.
2.- Se ha desperdiciado, una vez más, una excelente oportunidad para generar un amplio debate sobre un tema que nos compete y nos afectará a todos y que no solo nos hubiera permitido lograr acuerdos amplios consensuados entre nosotros y por lo tanto sólidos, sino que además nos hubiera movilizado tratando de mejorar nuestra débil y casi inexistente organización ¿No tienen acaso nada que decir los técnicos, los críticos, los cineclubistas, los docentes, los realizadores y productores no limeños? Creo que sí, pero como la canción: Otra vez será.
3.- Una ley de cine debe ser producto del consenso, no hay duda alguna al respecto, pero definitivamente este consenso debe de estar en cada uno de los grupos que negocian. Esto último no ha ocurrido con el conjunto de los cineastas vinculados a la producción cinematográfica a la mayoría de los cuales no se les ha informado de las negociaciones y qué se estaba negociando.
4.- Las negociaciones las deben de llevar adelante los gremios y los representantes del conjunto de trabajadores cinematográficos. Ante la ausencia de gremios mayormente representativos, es importante que al menos una mayoría importante de este foro se pronuncie.
5.- CONACINE, no representa a los gremios y menos la presidenta nos puede representar en la negociación de una Ley. Su carácter de funcionaria del Estado y su cargo (de búsqueda de consensos) la inhabilitan para esto.
6.- Es necesario insistir en la información y la transparencia de la misma. La convocatoria amplia y democrática. El debate sin apresuramientos pero sin pausas.
7.- Como parte de la transparencia y cumplimiento de la voluntad democrática sería bueno que CONACINE convoque a elecciones complementarias para elegir, por voto universal, al reemplazante de Christian Wiener y no repetir el inorgánico funcionamiento del año pasado en que el ConsejoDirectivo operó con un miembro menos ante la renuncia de Nathalie Hendrickx.
8.- En lo que a mi respecta, esta propuesta de Ley no me representa.
Gracias por su atención
Lima, 17 de junio de 2009
Francisco Adrianzén Merino
Sonido para cine y video. Docente. Realizador
20 de junio de 2009
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2 comentarios:
mientras moscoso siga empernado en el cargo de secretario dificilmente la labor del conacine sera trasparente
Señor Wiener es usted una persona que representa una columna para los seguidores y amantes del cine, por favor no deje caer esa columna bien construida, para que otra persona la construya pasará un largo tiempo.
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