Estimados amigos de cinemaperú:
Creo que el comunicado de CONACINE es muy importante para tratar de entender el intrincado panorama en el que nos encontramos el día de hoy. En primer lugar, desde el punto de vista administrativo la gestión del actual consejo directivo y de su presidenta Rosa María Oliart es ampliamente exitoso, y abre un panorama nuevo y renovado para el cine peruano. Nunca como hoy el cine peruano tuvo recursos e ingresos para los concursos gracias a la bonanza de la caja fiscal. Sin embargo hay una deuda de más de 52 millones de soles del estado con CONACINE y todavía no se cumple el monto que el estado debería aportar anualmente, sin contar que la propia administració n de CONACINE casi no tiene recursos para cubrir su creciente trabajo.
A pesar de todos estos avances y de la buena gestión del CONACINE los problemas centrales del cine peruano subsisten porque no solamente se trata de resolver problemas de producción, sino básicamente de distribución y exhibición. Las cadenas comerciales de exhibición manejadas y controladas por las majors no aseguran ni garantizan una justa y equitativa distribución y estreno de las películas nacionales. Peor aún, con el sistema de multisalas, la discriminación y el abuso contra las películas peruanas hace cada vez más difícil la recuperación de los costos de producción. Por ello es que muchos cineastas hemos pensado de manera coincidente en la necesidad de establecer algún mecanismo compensatorio que asegure fundamentalmente la permanencia en sala, llámese cuota de pantalla o exhibición preferencial. Hay pros y contras de este planteamiento pero creo que es hora de volver a discutirlo entre nosotros. Otro de los temas recurrentes y sin lugar a dudas de necesidad básica para nuestro cine es el establecimiento de un circuito especial de salas de exhibición digital que compense la deficiente exhibición en salas comerciales estandar. Todos estos planteamientos, y seguramente otros más, deberían estar recogidos en un proyecto de ley de cine, debidamente conversado, analizado y estudiado por la comunidad cinematográfica. Y acá, en este punto, me parece que la gestión de CONACINE deja mucho que desear. En el punto 7 de la sección antecedentes del comunicado oficial de CONACINE se lee: “A raíz del triunfo internacional de La teta asustada de Claudia Llosa, el Congresista Peralta consideró oportuno y en forma urgentísima elaborar una propuesta de modificación de la Ley actual usando el 50% del impuesto municipal a favor del CONACINE. Así se hizo, trabajando rápidamente con cineastas y un abogado, ambos – por supuesto- muy conocedores del tema. Esta propuesta más lo que otorga el MED, incrementaría el presupuesto del CONACINE”.
Yo no se si se dieron cuenta los señores del CONACINE pero esa propuesta significaba anular cualquier otra posibilidad de reformar la ley o de hacer una nueva. Significa, de hecho, por lo menos, la imposibilidad de entrar al congreso en los próximos 10 años o más, porque no se hace una ley todos los dias. Y lo peor de todo es que esto se hizo “, trabajando rápidamente con cineastas y un abogado, ambos – por supuesto- muy conocedores del tema.” Es decir, un grupo de cineastas que no se dice quienes son, con un abogado entendido en el tema que tampoco se dice quién es, se reunieron para decidir el destino del cine peruano sin ni siquiera consultarlo con la comunidad cinematográfica ni con los gremios. Y este si me parece un error muy grave, porque compromete el trabajo y el destino de todos los cineastas en general sin que hayan podido dar una opinión sobre el tema. Y lo que es peor es que ese proyecto nunca fue difundido entre la comunidad cinematográfica, nunca se conoció. Por ello me parece muy importante que CONACINE difunda ese proyecto.
Y ese mismo error se repite cuando los exhibidores presentan su proyecto y se vuelve a convocar a un grupo selecto de cineastas, que tampoco se dice quienes son, para discutir en privado dicho proyecto y específicamente, como lo ha repetido nuestra presidenta, para negociar asuntos, que evidentemente son públicos. Asuntos públicos se discuten abiertamente en espacios democráticos donde todos los interesados puedan tener la palabra. Este me parece un segundo gran error.
En los puntos 8 y 9 del comunicado de CONACINE se presentan hechos como si estos fueran absolutamente irreversibles: el congresista Raffo aparentemente tomó partido por los distribuidores y exhibidores que se oponen al proyecto, y la congresista Luciana León dijo que el proyecto no iba más sin consenso y que además el MEF lo rechazó por ser impuesto directo. Si había tan buenos negociadores no entiendo como pudieron aceptar algo que no es exacto. Dentro de la legislación peruana existen toda una serie de fondos o entidades que reciben impuestos directos, dados inclusive por el mismo gobierno aprista. Para muestra basta un botón: el fondo FITEL, creado por el gobierno de Fujimori, con un concepto muy avanzado sobre la equidad en las telecomunicaciones (el estado invierte en telefonía y telecomunicaciones en sectores rurales donde no es negocio para las grandes empresas), tiene el origen de sus fondos en el 1% de los ingresos brutos de los operadores en telecomunicaciones, y además el estado ha creado un canon especial para alimentarlo; y esto fue dado en 2006, en pleno gobierno aprista. Entonces si es posible hacerlo porque ya hay precedentes, y seguramente hay más que no conozco. ¿Y si los congresistas no tienen iniciativa de gasto, no era posible gestionar ante el ejecutivo para que lo presente, si es que realmente hay una voluntad de fomentar el cine peruano? Es decir hay mucho pan que rebanar.
Lo que creo es que hubo un innecesario apresuramiento en unas negociaciones absolutamente inútiles, pués si el aporte es voluntario ¿Para que había que formalizarlo en ley? Esto es más un acuerdo privado entre partes. Pero yo me pregunto, ¿Ustedes firmarían un contrato por el pago de sus servicios con una entidad que les va a pagar voluntariamente, es decir cuando pueda o como pueda, o al final, cuando le de la gana si le da la gana? Creo que la mayoría contestaríamos que no. Pero vayamos a analizar el proyecto presentado por los exhibidores que inteligentemente tiene por finalidad eliminar el impuesto municipal por una parte, y trancar el proyecto de los cineastas que según el comunicado de CONACINE era para rescatar el 5% del impuesto a favor de los productores. Dicho sea de paso lo más interesante del proyecto es su exposición de motivos, que presenta toda una serie de informaciones legislativas y estadísticas muy bien presentadas, y que en el caso de la eliminación del impuesto municipal compartimos plenamente. Pero hasta ahí no más. El artículo 2 del citado proyecto elimina de 10% a 0% el impuesto municipal. Es decir se le quita al boleto cinematográfico un porcentaje muy importante y este monto pasa directamente a las arcas de los exhibidores y distribuidores.
El proyecto de ley de los cineastas, que no conocemos, aparentemente dejaba un 5% a favor del fondo cinematográfico (entiendo que es el 50% del impuesto), que de esta forma se constituía en una entrada permanente para el fondo. Con este artículo se destruye esa posibilidad, y se abandona unos ingresos que históricamente han pertenecido al cine peruano por lo menos desde los años 50 del siglo 20, y que no lo olvidemos, fue el sustento de la ley 19327, que en la práctica, fue la que creo el cine peruano. Todo este proyecto de ley, que tiene el pomposo y sonoro título de “ley de masificación”, es este artículo, el artículo 2. Esta es su razón de ser. El resto es palabreo barato. Si ya sabemos que ese impuesto va a ir a las manos de los exhibidores porque, por un acto simple de justicia y equidad, no se permite que el otro 50% vaya a favor del cine peruano. Es sentido común puro y este principio debió y debe ser defendido siempre por la comunidad cinematográfica.
El artículo 3 del citado proyecto parece hecho por “los chistosos”. Todo un artículo absolutamente inútil para declarar que a partir del año 2012 los exhibidores presentarán un informe cada dos años de los avances en la construcción de infraestructura de salas de cine en todo el país. Yo me pregunto: ¿Es necesario incluir en una ley de la república un artículo vacío, hueco y declarativo como este? El artículo 4 crea el fondo PROCINE y señala sus funciones. El artículo 5 es el interesante. Y acá hay varias preguntas que hacer. En primer lugar, ¿ Porqué incluir en una ley, cuya característica principal es ser obligatoria, universal y mandataria, un artículo donde se menciona un acuerdo privado entre partes y cuya característica principal es que la obligacion es “voluntaria”? Lo más estrambótico del mundo es que acuerdo no para obligarme sino para no obligarme. ¿Si no hay obligación para que se hace una ley? Lo peor es que la ley puede ser incumplida y no va a pasar nada porqué la obligación tiene carácter de “voluntaria”. Creo que no hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que la finalidad de este “mamarracho legislativo” es evitar que los cineastas presentemos un proyecto de ley serio y equilibrado y que hagamos uso de ese 50% del impuesto que históricamente es del cine peruano.
Puedo incluso pensar que la buena fe a guiado a los distribuidores y exhibidores en esta propuesta. Pero ellos son empresarios, y más temprano que tarde, si no lo hacen desde el comienzo, van a necesitar dinero y lo primero a que van a recurrir es a este aporte voluntario que si quiero pagar lo pago y si no quiero no lo pago. Y cuando deja de pagar uno, empieza a dejar de pagar el otro y al final nadie paga porque no quiere ser el único tonto que lo haga y hay otras urgencias más importantes que cubrir. Caballeros y señoras, para eso no se hace una ley, y este proyecto, si hay todavía algún congresista con dos dedos de frente, debe ser el hazmerreír de palacio legislativo. El artículo 5 en su parte final insiste que para la formalización del mencionado aporte los exhibidores y distribuidores celebrarán un convenio con CONACINE, refrendado por el ministerio de Educación. Es decir que el mencionado convenio servirá de garantía para que dicha ley se cumpla. Increíble. Y que se va a cumplir: que el aporte sea voluntario. La única forma de que la situación cambie es cambiando la categoría de “aporte voluntario” convirtiéndolo en “aporte obligatorio”, y si es así recién estaríamos legislando de a verdad.
En el artículo 9 se crea un fondo antipiratería en el que creo todos estaremos de acuerdo. En el artículo 11 se señala declarativamente sobre exhibiciones gratuitas de sus estrenos para los sectores de menores ingresos del país. Una buena acción que no necesita ser mencionada en una ley.
Toda esta ley es absolutamente inútil y absurda y cuesta entender como el CONACINE y algunos compañeros han permitido que pase. Quizá la posibilidad de tener más recursos para nuestro cine les nubló la visión momentáneamente. Es comprensible que la directiva de CONACINE, sin experiencia en trabajos legislativos, pueda haber cometido errores en su deseo de hacer las cosas lo mejor posible. Pero creo que sería desastrozo que persistan en su error. Creo que no hay que permitir que dejemos de avanzar en un camino reflexivo, democrático y abierto donde todos los cineastas podamos expresar nuestras ideas libremente. Esa propuesta de ley es inaceptable y ridícula. Ahora que el cine peruano está creciendo y renovándose con nuevas promociones que nos enorgullecen, hagamos el esfuerzo de todos, juntos, sacar adelante un verdadero y justo proyecto de ley.
Confirmo mi asistencia al cinematógrafo mañana y disculpen por la extensión del mail.
Juan Carlos Torrico
24 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario